jueves, 16 de agosto de 2012

Anafilaxia.

El riesgo de alergia a picaduras de insectos aumenta en verano. 
Los niños son sus principales víctimas.( Los españoles dan por sentado que el neutro  incluye al colectivo niño y niña )
 
Enviado por Red SLAAAI al Dr. Juan Carlo Amatucci Alergólogo y Periodista
 

Madrid, agosto de 2012.- El riesgo de presentar una reacción alérgica a picaduras de insectos, como las avispas o las abejas, aumenta durante los meses de verano y los niños son los más propensos a sufrirlas, según la Sociedad Española de Inmunología Clínica y Alergia Pediátrica (SEICAP);ésta aconseja a los padres tomar precauciones, sobre todo si sus hijos ya han sufrido una primera picadura, ya que las reacciones alérgicas suelen aparecer en la segunda. 
Durante la época estival aumenta la actividad de determinados insectos como avispas, abejas, moscas o mosquitos, y es por tanto cuando más riesgo de sufrir picaduras existe y, en consecuencia, de desarrollar una alergia al veneno de los mismos. “Los niños son los más propensos a recibir picaduras y mordiscos de insectos ya que tienen menos cuidado, pasan más tiempo al aire libre y van descalzos por el césped, donde anidan las avispas”, explica el doctor Marcel Íbero,  jefe de la Unidad de Alergia del Hospital de Terrassa. 

Las reacciones alérgicas al veneno de los himenópteros, entre los que se incluyen las avispas y las abejas, “se producen tras una segunda picadura y pueden tener consecuencias fatales”, advierte el doctor Íbero. La primera vez el niño puede quedar sensibilizado al veneno y sólo sufrir una hinchazón local de la zona donde se ha producido. Si ya ha desarrollado alergia, la segunda vez que sufra una picadura de uno de estos insectos puede tener, en pocos minutos, “una reacción sistémica o anafiláctica, con síntomas como el ahogo, picazón generalizado en todo el cuerpo, taquicardia, bajada de tensión arterial, mareo y peligro de muerte”, añade. 

El 3% de la población española tiene riesgo de padecer una reacción sistémica por una picadura de estos insectos, según datos de la SEICAP. El doctor Íbero asegura que “se producen al año entre 2 y 20 muertes por una reacción anafiláctica tras la picadura de un himenóptero”. El riesgo aumenta al sufrir una primera picadura, como prueba un estudio publicado en el último número de la revista Allergy and Asthma Proceedings y realizado por la Universidad del Noroeste de Chicago. Los autores han demostrado que “entre el 20 y el 32% de los niños con antecedentes de picadura de avispas o abejas y pruebas cutáneas positivas al veneno, desarrollarán anafilaxia por una picadura posterior”. 

Si un niño sin antecedentes de alergia sufre una picadura de insecto y empieza a sufrir síntomas graves, más allá de la hinchazón local, “deberá acudir de inmediato al servicio de urgencias más cercano que le derivará al Servicio de Alergia Pediátrica. Mientras tanto, aconsejamos poner frío en la zona para evitar que se absorba el veneno con rapidez. También se puede practicar un torniquete, si la picadura se ha producido en un brazo o pierna”, explica el doctor Íbero. 

El tratamiento para los pacientes que ya han sido diagnosticados de alergia al veneno de avispas o abejas es “muy efectivo pues consigue abortar las reacciones alérgicas y está basado en la inmunoterapia específica a través de vacunas con los venenos de los himenópteros”, explica el presidente de la SEICAP. Dura al menos cinco años y su efectividad es probada mediante la picadura controlada del insecto. Los alergólogos pediátricos enseñan a estos niños y a sus padres a inyectarse adrenalina mediante un autoinyector que siempre deben llevar consigo para casos de reacción. 

Extremar las precauciones 

Para evitar sufrir los síntomas de una picadura de insectos de este tipo, los alergólogos pediátricos recomiendan extremar la precaución cuando se esté al aire libre y evitar en la medida de lo posible realizar comidas en el campo pues los insectos acuden a ella. “En el caso de los que tengan riesgo de sufrir alergia, es recomendable no vestir con colores llamativos ni estampados y con manga larga y pantalón largo”, aconseja el presidente de la SEICAP. 

Aunque no son tan frecuentes como las de avispa o abeja, en verano también se pueden desarrollar alergias a las picaduras de otros insectos como las hormigas ( más agresivas las colorada)cucarachas, los mosquitos o las pulgas. “Las reacciones a las picaduras de mosquitos suelen ser molestas y en algunos casos espectaculares, pero no son peligrosas para la vida. En cualquier caso, se aconseja el uso de insecticidas, repelentes para la piel cuando se está en el exterior y, en caso de picadura, el uso de alguna crema de tipo corticoide y antihistamínico para los picores”, explica este experto. 
 
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