OBISPADO DE SAN ISIDRO
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Comunicado de prensa ________ Martes 30 de septiembre de 2014
Comunicado de prensa ________ Martes 30 de septiembre de 2014
La Vicaría de Sacerdotes de la Pastoral de las Villas de la arquidiócesis de Buenos Aires entregó el pasado 1º de septiembre a la presidenta Cristina Fernández una carta reservada, en la que expresaron sus reflexiones acerca de la despenalización de la tenencia para el uso personal de drogas.
. Los sacerdotes decidieron hacerla pública "ante las reiteradas consultas sobre las propuestas del titular de la Sedronar el día domingo".
La carta fue firmada en representación de la Diócesis de San isidro por Jorge García Cuerva, vice-presidente de Caritas Diocesana, y Juan Manuel Ortiz de Rozas como encargado de la pastoral de jóvenes en riesgo
Pbro Máximo Jurcinovic
Vocero del Obispado de San Isidro
“Las legalizaciones de las así llamadas «drogas ligeras»,
incluso parciales, además de ser cuanto menos discutible a nivel legislativo,
no producen los efectos que se habían fijado.
Las drogas sustitutivas, además, no son una terapia
suficiente, sino un modo disimulado de rendirse ante el fenómeno. Quiero
reafirmar lo que ya he dicho en otra ocasión: no a todo tipo de droga.
Sencillamente. No a todo tipo de droga”
(PAPA FRANCISCO, cf. Audiencia
general, 7 de mayo de 2014).
Siguiendo en el espíritu de
Francisco, el lunes 1 de septiembre de 2014, en la Casa Rosada, los sacerdotes
que trabajamos en drogadependencia en villas de emergencia le entregamos una
carta al Jefe de Gabinete Jorge Capitanich que luego fue recibida por la
Presidenta de la Nación, Dra. Cristina Fernández de Kirchner.
Ahora la estamos dando a conocer al público en
general.
Gracias por recibirla.
A continuación el texto completo de dicha carta:
Buenos Aires, 1 de Septiembre de 2014
“En
nuestras obras nuestro pueblo sabe que comprendemos su dolor.”
(San Alberto Hurtado)
Sra.
Presidenta de la Nación
Dra.
Cristina Fernández de Kirchner.
Tenemos el gusto de dirigirnos a Usted mediante esta carta, para
agradecerle en primer lugar la ayuda, que de distintos modos presta el Gobierno
Nacional a nuestro trabajo pastoral en los barrios en que vivimos. En
particular le agradecemos hoy la firma a través de CARITAS Argentina de este
convenio con la SEDRONAR. El mismo potenciará el trabajo que venimos haciendo
en los centros barriales y comunitarios de nuestras Parroquias.
Aprovechamos la oportunidad que nos brinda esta audiencia, para
acercarle nuestra mirada acerca de la despenalización de la tenencia para el
uso personal de drogas. Para nosotros no es solo un problema de droga. Este
flagelo pone de manifiesto el núcleo duro de la pobreza y la exclusión en
nuestro querido país. Seguir haciéndole frente a la exclusión es el cauce
principal del cual no hay que apartarse, se trata entonces de ajustar y de
crear nuevas estrategias de intervención. En ese cauce se inscribe nuestro
trabajo y de él son deudoras estas reflexiones que le compartimos. En un
espíritu constructivo y de aportar al bien común de la Nación se las acercamos.
Que la Virgen de Luján, la Madre del Pueblo, la cuide y la
acompañe siempre.
- Lorenzo de Vedia, Carlos Olivero y Juan Isasmendi
de la Villa 21-24 y N.H.T. Zabaleta.
- Guillermo Torre, Martín Carrozza y Eduardo
Drabble de la Villa 31.
- Gustavo Carrara, Hernán Morelli y Nicolás
Angellotti de la Villa 1-11-14.
- Pedro Baya Casal y Gastón Colombres de la Villa 3
y el Barrio Carrillo.
- José María Di Paola de las Villas Carcova, 13 de
Julio, Independencia y Curita.
- Basilicio Brites de las Villas Palito, Puerta de
Hierro, 17 de Marzo y San Petersburgo.
- Jorge García Cuerva de la Villa la Cava.
- Juan Manuel Ortiz de Rozas del Barrio el Talar.
El desafío de la
exclusión y el consumo de drogas…
1.
Estas reflexiones sobre la despenalización
no pretenden ocupar el lugar que tiene la palabra de la Conferencia Episcopal
Argentina sobre este tema. Ahora bien, como compartimos la vida en las Villas
de la Ciudad y en algunas del Gran Buenos Aires, tenemos un recorrido hecho en
el trabajo de prevención de adicciones, y del mismo modo acompañamos
diariamente a personas en situación de sufrimiento social a causa de las
drogas, y ante reiteradas consultas, nos parece conveniente hacer un aporte a
la discusión del tema. Lo hacemos con espíritu de aportar al diálogo,
ofreciendo el propio pensamiento y buscando integrar el pensamiento diferente.
2.
Dialogar es buscar espacios de encuentro.
Dialogar es comprender la búsqueda del otro. Por eso comenzamos preguntándonos
que mueve a los que postulan la despenalización de la tenencia para el consumo
personal: “si dicen lo que dicen, ¿por qué llegan a esa afirmación? ¿Cuál es el
motivo existencial que desencadena ese pedido?” Es en este “porqué” en donde
puede darse el encuentro. Aunque la conclusión a la que se ha llegado pueda ser
verdadera o errónea, este “porqué” creemos que es auténtico. Entendemos
entonces, que se busca no criminalizar al adicto, derivando el tema al ámbito
de la salud.
3.
A nosotros como sacerdotes, el Evangelio de
Jesús nos invita a dirigirnos a las periferias geográficas y existenciales, y a
permanecer allí, con una presencia que ayude a cuidar la fragilidad. Se nos
invita a entrar en comunión con los más pobres, y desde los pobres llegar a
todos. Es así que en las Villas, nos toca en este tiempo acompañar
especialmente a chicas y chicos consumidores de paco y otras sustancias. Éstos,
obviamente, la mayoría de las veces, no pueden hacer oír su voz. Desde este
lugar hacemos nuestro aporte. Por otra parte este camino que va desde los
pobres a todos, nos parece un programa más que valido a la hora de trazar
políticas de Estado, a la hora de legislar y a la hora de juzgar.
4.
Como expresábamos en alguna oportunidad,
para nosotros este no es sólo un tema de drogas, el paco ha hecho explotar la
marginalidad, y nos la enrostra, dejando ver un tejido social que se ha roto.
Nos encontramos con chicos y chicas con derechos básicos vulnerados. Muchos NN,
sin estudios primarios, con problemas serios de salud –tuberculosis, VIH,
etc.-, sin posibilidad de trabajo, viviendo en la calle. Pero si miramos más en
profundidad descubrimos una situación de orfandad de amor, de ruptura o
inexistencia de vínculos. Esta es una forma de pobreza que no se puede registrar
en términos de ingreso mínimo por persona. Pero existe, es real.
5.
A veces alguno puede pensar que son pocos
los jóvenes con consumos realmente problemáticos, que les hipotecan la vida.
Dudamos realmente que sea un grupo pequeño, es más, creemos más bien que se
trata de chicos pobres de las villas y barriadas de la Ciudad y del Gran Buenos
Aires. ¡La exclusión favorece la adicción y causa estragos! Creemos que
desestimar los porcentajes de adictos, por ejemplo al paco, es temerario, ya
que la marginalidad es el mejor caldo de cultivo para los consumos
problemáticos. Por otro lado nunca hay que olvidar que detrás de las
estadísticas hay rostros concretos e historias muy dolorosas. Duelen hoy, no
simplemente cuanto los números los registran y aumentan.
6.
La población de las Villas es joven. El eje
central de la prevención tiene que pasar por la inclusión social y para ello se
requiere una presencia inteligente del Estado. Al mismo Estado le cuesta hacer
pie en nuestros barrios. Es que muchas veces se choca con el problema de la no
tenencia de las tierras y la consiguiente no propiedad de las viviendas, por
parte de los vecinos y vecinas. Siempre está latente el prejuicio: “no es su
tierra, no pagan todos los impuestos, ni todos los servicios, por eso no son
ciudadanos”. Pareciera que esto hace que se caigan de hecho, otros derechos
humanos. Y obviamente todo esto es muy funcional al narcotráfico organizado.
7.
Por otro lado nos preguntamos: ¿cómo
decodifican los chicos de nuestros barrios la afirmación de que es legal la
tenencia y el consumo personal? Nos parece que al no haber una política de
educación y prevención de adicciones intensa, reiterativa y operativa se
aumenta la posibilidad de inducir al consumo de sustancias que dañan a las
personas. El sistema educativo tiene muchas debilidades. Vemos una importante
cantidad de chicos que dejan la escuela primaria, mucho más la secundaria. ¿No
estamos dejando su educación en manos de los grupos que cantan su apología a la
droga y al delito? La experiencia de acompañar a jóvenes en el camino de
recuperación y reinserción social nos ha permitido escuchar el testimonio de
muchos que han empezado consumiendo un pequeña cantidad de sustancias para uso
‘recreativo’ y de pronto se encontraron consumiendo drogas más dañinas aun. Por
eso desde nuestra mirada las drogas no dan libertad sino que esclavizan. La
despenalización a nuestro parecer influiría hoy en el imaginario social
instalando la idea de que las drogas no hacen tanto daño.
8.
A veces se da una distancia grande entre
algunas leyes que buscan garantizar derechos y la realidad que intentan
legislar. Entendemos que de ningún modo se puede criminalizar al usuario de
drogas. Sin embargo, pensamos que mientras se busca proteger los derechos de
algunos, en la práctica se desprotegen más los derechos de otros. Conocemos
infinidad de casos de gente que no lleva drogas ilegales en el bolsillo por
temor a ser demorados por la policía. ¿Esta habilitación para llevar drogas, no
colabora con la naturalización del consumo? ¿No acerca la realidad del resto de
la sociedad a la de nuestras villas donde la despenalización de la tenencia
está dada de hecho? Antes de plantear una ley así: ¿no sería mejor que para ese
momento hayamos concientizado a la sociedad que no está bueno, ni es saludable
consumir drogas? ¿Que hayamos tejido una red asistencial? ¿No es una renuncia y
un descompromiso la despenalización así de este modo, sin mirar la totalidad
del problema? Creemos que antes de discutir la posible sanción de esta ley es
mejor trabajar las representaciones sociales del problema a fin de generar
cambios en la sociedad, y poblar el territorio con los dispositivos adecuados.
Por ejemplo a nivel de todo el territorio nacional ¿no habría que esperar a que
los CePLAs –Centros Preventivos Locales de las Adiciones- y los CETs –Casas
Educativas Terapéuticas-, funcionen adecuadamente? ¿Y si funcionan, alcanza con
150 CePLAs y 60 CETs? ¿No habría que hacer 1.500 CePLAs y 500 CETs antes de
plantear una ley sobre despenalización? Para nosotros poblar más el territorio
de dispositivos adecuados sería un modo concreto de dar más libertad a nuestros
niños/as, adolescentes y jóvenes, de darles más capacidad para elegir lo bueno
para su vida.
9.
Al visitar los penales nos damos cuenta que
quienes asocian la droga con el delito, fácilmente discriminan y estigmatizan a
los usuarios de drogas, cerrándoles las puertas y haciéndoles mucho más difícil
el camino de la inclusión social. No obstante, sabemos que los penales están
llenos de personas que tienen problemas con la droga. ¿No habría que pensar
este tema antes de despenalizar la tenencia? No les damos oportunidades,
naturalizamos el consumo, pero si el consumo se les volvió problemático y los
llevó por el camino del delito les caemos con todo el peso de la ley. ¿No es
poner toda la responsabilidad en la persona -que no tiene oportunidades:
hospital, trabajo, educación, etc.- sin hacerse cargo desde el Estado? Hay
tantos chicos y chicas que casi no tuvieron oportunidades, y a quienes el
consumo se les hizo demasiado problemático. ¿Descriminalizar a los usuarios, no
es también darles oportunidades a tiempo? ¿No habría que hacer eso antes de
despenalizar la tenencia? ¿No habría también que revisar el código penal y las
prácticas judiciales antes?
10. Recordando
una imagen que ya utilizamos, podríamos decir que la discusión sobre la
despenalización corresponde a los últimos capítulos del libro y no a los
primeros. Nos dicen que ahora hay que despenalizar, y nosotros nos preguntamos
quién arma la agenda de prioridades. Porque si uno pregunta en los barrios, lo
urgente es la creación de dispositivos preventivos y asistenciales. Las
preocupaciones de la mayoría de la gente de nuestros barrios son: “¿qué hago
con mi hijo que se me está yendo de las manos?”, “¿cómo hago, porque se puso
rebelde y ya no quiere ir al colegio?”, “¿Quién le puede hablar, está todo el
día en la esquina con mala junta y tengo miedo que me lo traigan en un cajón?”,
“¿cómo hacemos con la bandita de la esquina, que le roban a la gente que se
está yendo a trabajar?”, “¿cómo hago con mi marido que no puede parar de tomar,
y encima se pone violento?”, “mi mujer se va al bingo y se pasa todo el día,
estoy preocupado” y tantas otras. La agenda política debe responder a las
necesidades de la gente.
11. Frente
a este tipo de situaciones tenemos que responder cada uno desde el lugar que
nos toca, con una presencia que acompañe, con una historia de bien que se una a
toda historia de sufrimiento para abrir en ella un resquicio de luz. Ahora
bien, en una sociedad donde muchas veces los excluidos no son ‘explotados’,
sino desechos ‘sobrantes’, nosotros tenemos la experiencia bíblica de que: “La
piedra que los constructores rechazaron ahora ha llegado a ser la piedra
angular.” (Mt. 21, 42). Con alegría podemos decir que muchos de los chicos y
chicas que acompañamos, se han puesto de pie y hoy son los verdaderos
protagonistas del camino de inclusión, que empiezan a transitar otros chicos y
chicas, que están en la situación que ellos estaban. Son ellos los que ahora
tienden la mano, siendo portadores de esperanza.
12. Mirando
a los niños y jóvenes de nuestros barrios apostamos a la esperanza, y nos
comprometemos a seguir trabajando por la inclusión social, de lo contrario se
pierde mucho. Se pierden, ante todo, a las personas que no pueden con su vida.
Se pierden hombres y mujeres, que por falta de igualdad de posibilidades se
quedan a mitad de camino; y así se desvanecen sueños, proyectos, talentos,
valores, dones, ideales y horizontes, tan necesarios para construir una sociedad
más justa, solidaria y verdadera. Se pierden insospechables riquezas
personales, como intelectos lúcidos, manos hábiles y virtuosas para el trabajo,
el arte y la ciencia, para hacer más promisorio y posible el futuro en la
Argentina. Perdemos corazones buenos y nobles, que aportarían dando seriedad a
las cosas, respeto al semejante y pasión para construir una patria de hermanos.
En fin, con los jóvenes que se quedan atrapados por las redes de las drogas,
perdemos todos, porque “la humanidad es una”, decía Bartolomé De Las Casas.
Pedimos a la Virgen de Luján, Madre del Pueblo, que cuide y proteja a
sus hijos que padecen el flagelo de la droga, de fuerzas a sus familias y luz a
nuestra sociedad para generar vínculos de projimidad y solidaridad.
Buenos Aires, 1 de Septiembre de 2014.
- Lorenzo de Vedia, Carlos Olivero y Juan Isasmendi
de la Villa 21-24 y N.H.T. Zabaleta.
- Guillermo Torre, Martín Carrozza y Eduardo
Drabble de la Villa 31.
- Gustavo Carrara, Hernán Morelli y Nicolás
Angellotti de la Villa 1-11-14.
- Pedro Baya Casal y Gastón Colombres de la Villa 3
y el Barrio Carrillo.
- José María Di Paola de las Villas Carcova, 13 de
Julio, Independencia y Curita.
- Basilicio Brites de las Villas Palito, Puerta de
Hierro, 17 de Marzo y San Petersburgo.
- Jorge García Cuerva de la Villa la Cava.
- Juan Manuel Ortiz de Rozas del Barrio el Talar.
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