Enviado por Red-SLAAI al Dr.J.C.Amatucci Alergólogo y Periodista

Entre el 15% y el 25% de la población española puede sufrir alguna reacción alérgica a la medicación recomendada para el tratamiento de alguna dolencia, según los organizadores del Curso internacional de desensibilización a fármacos.El Hospital Moisès Broggi de Sant Joan Despí  es el primero de Cataluña en poner en marcha una Unidad del Tratamiento de Alergia Medicamentosa (UTAM) que tratará a pacientes con alergia a fármacos.
La experiencia del centro es uno de los aspectos destacados en el Curso internacional de desensibilización a fármacos que organiza la Universidad Internacional de Catalunya con el aval científico de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC).Según datos de la organización, la alergia a medicamentos es el tercer motivo de consulta más frecuente en las consultas de los alergólogos, tras la rinoconjuntivitis y el asma.
El responsable de la Unidad de tratamiento de alergias medicamentosas del Moisés Broggi, Enrique Martí, recuerda que hasta ahora lo que se hacía era descartar el medicamento que provocaba alergia por otro alternativo. El problema es que el alternativo no es siempre el mejor indicado desde el punto de vista terapéutico.
En la unidad los especialistas optan por la desensibilización al fármaco responsable de la alergia, una técnica que consiste en administrar gradualmente dosis cada vez mayores del fármaco causante de la reacción, hasta alcanzar la dosis terapéutica, evitando reacciones alérgicas o episodios de anafilaxia.
Martí ha subrayado la importancia de la técnica en enfermos oncológicos. Los médicos cada vez detectan más alergias a tratamientos contra el cáncer. En este caso se debe cambiar de tratamiento pero no siempre es el más adecuado, por ello es importante solucionar el problema de base, ha dicho Martí.
Según fuentes del centro, los principales beneficiados serán los pacientes que han demostrado hipersensibilidad medicamentosa a fármacos, imprescindibles para el tratamiento de sus enfermedades: coronarias, diabetes, VIH, artritis reumatoidea, neuropatías degenerativas y, especialmente, a los pacientes con tratamientos quimioterápicos.