El aditivo E621. Glutamato monosódico (GMS)
Por Carolina Dover Petersen
El aditivo E621 es un potenciador del sabor tan peligroso como el aspartamo. Su función es excitar nuestras papilas gustativas para producir más ganas de comer y proporcionarle más sabor de manera artificial a aquel producto que lo contenga.
Este aditivo se esconde en las etiquetas con diferentes nombres para camuflarse, puesto que muchas personas ya están concienciadas del peligro que este aditivo supone y saben reconocerlo con los nombres de glutamato monosódico, GMS/MSG, o simplemente E621, y por ello las industrias alimentarias disimulan este aditivo con otros muchos nombres como son: glutamato, ácido glutamático, aceites o grasas vegetales hidrogenadas, proteínas hidrogenadas, gelatina, levadura añadida, extracto de levadura, entre otras. Algunos de los siguientes nombres suelen contener GMS: extractos de malta, aromas de malta, aromas artificiales, aromas naturales, maltodextrina, aroma de caramelo, entre otras.
Está demostrado que este aditivo ha aumentado el número de personas obesas, y además triplica la insulina segregada por el páncreas y puede provocar diabetes tipo II.
Son muchos los efectos secundarios que producen si la ingesta de aquellos productos que lo contengan es frecuente. Algunos efectos como hinchazón en las manos, pies y cara, aumento de peso, diarrea, náuseas, arritmia, vómitos, subida o bajada de la tensión, retortijones y gases, taquicardia, irritación intestinal, dolores en la zona del corazón y las costillas, escalofríos, temblores, sed intensa después de una comida, dolores de las articulaciones, retención de líquidos, flatulencias, dolores en espalda, hombros y cuello, dolores abdominales, sensación de pesadez en brazos y piernas, dolor de pecho, depresión y falta de motivación, mareos, estado bipolar, garganta irritada, hiperactividad (se refleja sobre todo en niños), dificultades de atención, erupciones cutáneas y picores, presión detrás de los ojos, ojeras, insomnio, migrañas, ojos cansados e irritados, problemas de tiroides, dolor de riñones, síndrome de la pierna inquieta, entre otros cuantos síntomas.
Muchas personas son alérgicas a este aditivo y un consumo accidental podría ser fatídico.
Este aditivo es muy utilizado sobre todo en cocinas de restaurantes chinos, restaurantes asiáticos e indios. Podemos encontrarlo casi siempre en bolsas de patatas fritas, sopas en sobre, platos congelados, platos preparados, caramelos, patés, cereales, salchichas, bollería, y otros muchos productos.
Por ello vuelvo a hacer hincapié en que debemos estar siempre muy atentos a nuestra compra, leyendo las etiquetas y cocinando nosotros mismos lo que vayamos a consumir. Llévalo a cabo durante un par de semanas y notarás cómo tu cuerpo mejora en muchos aspectos y desaparecerán muchos dolores y molestias, que por causas “desconocidas” tenías.
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Informacion subida por Gonzalez Graciela -Webmaster-