Discurso
LUIS
MIGUEL ETCHEVEHERE
Apertura
Exposición Rural 2013
Ocurrió
hace apenas 4 o 5 años.
El
locutor anunció su presencia,
así
como el locutor acaba de anunciarme a mi.
Se
acercó al micrófono…..
Así
como yo lo hice en este instante….
Miró
al público así como yo los estoy mirando a ustedes.
Y
sin temor, les prometió a los argentinos que, en tres años
más, podríamos viajar en un tren bala desde Buenos Aires a
Rosario,
y
de allí a Córdoba a más de 300 kilómetros por
hora.
El
anuncio ocurrió en enero de 2008 y hasta daría risa
recordarlo,
si
no fuera por tantos muertos y heridos inocentes,
víctimas
de la corrupción y la ineptitud….
Era
una mentira más de un relato que lo ha falseado todo.
Mienten….
Desde
los índices económicos,
hasta
el pensamiento de nuestros próceres…
Mienten,
desde los antecedentes profesionales,
hasta
la declaraciones juradas de los funcionarios.
Mienten.
Día tras día mienten.
Y
así van construyendo un interminable rosario,
de
anuncios incumplidos, de datos falsos y de enemigos
inexistentes..
El
único problema es que, inexorablemente, la realidad aparece
frente a nuestras narices todos los días, y esto es un
insalvable escollo del relato oficial.
Señoras
Señores
Productores
y trabajadores del campo argentino...
La
única verdad es la realidad…. como decía…
Aristóteles.
Y
la realidad es muy diferente a los anuncios oficiales, que
pretenden sostener un modelo que ha fracasado, y elogiar una
gestión caracterizada por la corrupción y la ineficiencia.
Por
eso..: mienten.
Mienten
sobre temas tan graves y sensibles como la pobreza
y
la indigencia. Ocultan la verdad alterando los índices, que
determinan que estos flagelos han crecido. Sí, hay más pobres
e indigentes, en este país que podría
alimentar
al mundo.
Mienten
cuando anuncian progresos y mayor inclusión en la educación
argentina.
Las
escuelas estatales reciben cada vez a menos chicos.
Argentina se ubica entre los últimos países de América
en calidad educativa, y las evaluaciones de nuestros
alumnos
están entre las peores del mundo.
Mienten
cuando hablan de democratizar la justicia. Lo que quieren
es,
violando a la Constitución, condicionar a la Corte
Suprema,
nombrar
Jueces sumisos y militantes de la causa, que hagan la vista
gorda. mientras ellos pesan los bolsos repletos de billetes.
Buscan
someter a su voluntad al Poder Judicial, no sea cosa
Que,
en 2015, alguno termine preso.
Mienten
tergiversando nuestra historia, mienten con nuestros próceres,
distorsionado las ideas y el pensamiento de aquellos hombres
que fueron un modelo y un ejemplo de esta Nación. Y además, se
gastan nuestro dinero moviendo estatuas, como si pudieran con
eso modificar el pasado.
Mienten
sin cesar cuando hablan de los que menos tienen, y subsidian y
benefician a los que más tienen.
Y
a los que tienen plata negra escondida, les perdonan sus
obligaciones fiscales.
Pero
a los que todos los días se levantan a la cinco para ir a
ganarse el sueldo con su trabajo, les hacen pagar exagerado
impuesto a las ganancias.
Mienten
a través de un colosal aparato propagandístico integrado por
agencias de noticias, diarios, revistas, radios, canales de
televisión, espectáculos artísticos, ferias, exposiciones y
eventos, financiados y subsidiados con nuestro dinero.
Descomunales y descontrolados presupuestos, destinados a
exaltar los presuntos éxitos del modelo
y
de la gestión de estos años, a los que denominan la década
ganada.
Permítanme
recordar algunas circunstancias de esta,
la
década -entre comillas- ganada:
Estos
años fueron un tiempo donde casi todos los países de América
Latina multiplicaron la inversión, llegada del extranjero.
Casi
todos, salvo la Argentina, que no solo quedó al margen de este
ingreso de divisas, sino que sufrió una fuga de capitales
record:
más
de 85 mil millones de dólares.
Así
que, a falta de inversiones genuinas, vamos a fabricar
dólares.
Tenemos
la receta. Es así: se reciben dólares sin preguntar el origen,
Se
los lava y con ellos se fabrican Cedines.
Y
si así no aumentan las reservas, no importa,
cerramos
las importaciones y nos arreglamos como fuere.
No
olvidemos que, en el comercio internacional,
en
la década -entre comillas- ganada,
el
escenario no podía ser mejor: Bajísimas tasas de interés y
altos precios de los productos originados en el
campo.
Pero
los enormes errores cometidos por una política agropecuaria
inexplicable, provocaron que nos quedáramos sin vacas
y
sin mercados externos.
En
10 años se perdieron 10 millones de cabezas.
Estábamos
entre los principales exportadores de carne,
y
hoy hemos caído del lugar numero 3 al lugar numero
11.
Con
el trigo no nos fue mejor.
Nos
quedamos sin la harina, sin el pan y sin la
torta...
Es
responsabilidad de este gobierno que hoy estemos pensando en
importar trigo
El
área sembrada retrocedió 110 años.
Y
llego a ser la misma que en el año 1902.
Y
en estos diez años también nos fue mal con la leche
y
hoy tenemos 6.000 tamberos menos.
Sólo
hay que eliminar las trabas y dejar que los mercados funcionen
normalmente y volveremos a sembrar trigo, volveremos a sembrar
maíz.
No
podemos trabajar con semejante presión fiscal, con un impuesto
tan distorsivo como las retenciones, que ningún otro país del
mundo tiene.
Las
economías regionales están siendo asfixiadas por el aumento de
costos, y con ellas languidece el interior de la
Argentina.
La
década, entre comillas, ganada es otra de las colosales
mentiras del relato oficial.
Fue
una década donde el mundo, y sus circunstancias, nos
ofrecieron oportunidades extraordinarias, condiciones
inmejorables,
Circunstancias
que desaprovechamos por completo.
El
mundo no se nos cayó encima, Señora Presidenta.
Su
gobierno dilapidó esas oportunidades, y malgasto en
subsidios,
politiquería barata, prácticas populistas,
corrupción
y propaganda, la enorme cantidad de divisas
que
el campo produjo en estos años.
La
década ganada es la década donde nos quedamos
sin
infraestructura, sin rutas, sin comunicaciones, sin trenes,
sin
energía, sin reservas de Gas y Petróleo, y por poco nos
quedamos
sin
la Fragata Libertad….
La
década ganada es la década donde se destruyó el INDEC,
para
así, sin datos ni estadísticas reales, ocultar la verdadera
pobreza y la verdadera inflación.
Pero
la realidad es un escollo del relato.
El
changuito del supermercado es otro escollo del relato.
Porque
ni los aprietes de la Secretaria de Comercio, ni los controles
militantes, ni las prohibiciones, pueden frenar los
precios.
Para
muchos la década ganada es… la década perdida
Porque
perdieron hasta la vida, cuando no frenó el tren en
Once,
o
cuando el agua se llevó todo en La Plata, porque nadie hizo
nada para evitarlo, durante tantos años.
Sin
embargo, para otros la década ganada es la década
ganada.
Pienso
en las bóvedas, pienso en Ciccone, en Skanska,
en
las valijas de Venezuela…
La
década de Aerolíneas perdiendo millones todas las semanas, y
la de los “Sueños Compartidos” y las casas sin
construir.
La
lista es tan grande como las ganancias de los ganadores
de
la década ganada.
Y
esta década, es también, donde decidieron ir por todo.
“Vamos
por todo!!!” gritaba la Sra. Presidenta hace poco más de un
año, ante el monumento a la Bandera allá en
Rosario.
Y
fueron por todo, fueron por la prensa libre, por la Justicia
independiente, por las Instituciones, por los mecanismos de
control, por los Sindicatos, por el Renatre, por las reservas,
por los fondos de los jubilados, por la estatua de
Colón…..
También
vinieron por este predio, donde, desde 1878,
el
Campo le muestra a la Argentina y al mundo su trabajo, sus
herramientas, su producción.
Quisieron
usurparlo por decreto. Pero no nos dejamos atropellar. La voz
del Campo se hizo escuchar, una vez más.
Rechazamos
el autoritarismo y seguimos adelante.
Seguimos
adelante como siempre: trabajando, produciendo, investigando,
incorporando nuevas tecnologías para hacer más eficiente la
tarea, desarrollando métodos y herramientas que preserven el
medio ambiente, invirtiendo, arriesgando, agregando valor a
otros sectores productivos, aportando millones de divisas a la
economía argentina.
Porque
el Campo, y esta nueva generación de dirigentes,
ha
sellado un irrevocable compromiso con el futuro al asumir su
presente.
Es
que el Campo se siente protagonista de un verdadero desafío,
ya que el Mundo, nos renueva la oportunidad.
Sigue
necesitando alimentos. Requiere proteínas, fibras y energías
renovables.
El
Campo y sus productores están preparados para abastecer
esa
demanda.
Estamos
capacitados para producir 150 millones de toneladas de granos.
No
se contenten con los 100 millones que hoy
festejan…
Para
ello solo hace falta lo que usted más teme, Sra. Presidenta….
que nos dejen trabajar en
libertad….
Trabajar….
Sin la nefasta intervención a los mercados, sin
anacrónicos controles de precios, sin ridículas trabas y
prohibiciones para exportar, sin los eternos subsidios a
sectores ineficientes y a los que mas tienen, sin
incongruentes atrasos cambiarios, sin apropiarse de la renta
de los productores agropecuarios.
Su
gobierno tiene que entender, de una buena vez, que la política
de apropiarse de la renta agraria ya fracasó en todo el mundo.
Quedarse con las utilidades del productor, apoderarse de lo
que ganó con su riesgo, su capital y su trabajo, pone en
peligro la producción y la mesa de los
argentinos.
El
Campo no necesita subsidios, prebendas ni
privilegios.
Con
transparencia, previsibilidad, reglas claras y respeto a la
propiedad privada, nos arreglamos.
Me
estoy imaginando una Republica democráticamente consolidada,
con una producción agropecuaria sustentable y diversificada.
Con
hombres y mujeres arraigados a sus terruños,
sin
tener que abandonar el pago y a sus seres queridos
para
poder subsistir y desarrollarse.
Me
estoy imaginado una industria agropecuaria, que impulse el
desarrollo de las economías regionales,
y
de las pequeñas y medianas industrias locales.
Imagino
al Campo argentino, como una expresión de esa Republica
democráticamente consolidada, como una enorme fábrica bajo el
cielo, donde se respete el Federalismo y las libertades
individuales.
Lo
vislumbro como un dinámico y pujante conglomerado económico,
integrado por productores rurales, por fabricantes de
alimentos y de maquinaria agrícola; que, desde los cuatro
puntos cardinales de nuestra patria, multiplican los bienes
producidos.
Así
se pondrá -de verdad- punto final a tantos años
de
decadencia, pobreza y exclusión.
No
tenemos dudas de que el futuro se abrirá paso en esta
tierra.
Lo
deseamos, lo imaginamos, lo creemos…
Nos
comprometemos a continuar trabajando para ello…..
Debemos
trabajar unidos…
Unidos,
como lo esta el campo.
Como
quienes integramos la Mesa de Enlace aquí
presente….
¡Estoy
convencido !…. el campo siempre nos ha conducido al progreso.
Estoy
seguro de que más allá de las coyunturas políticas,
allí
donde el relato oficial se queda sin palabras,
la
convicción da sustento a nuestra esperanza, e ilumina la
huella que nos lleva al porvenir.
El
campo hará que se cumplan los sueños, las promesas
y
las ilusiones de esta gran Nación, que son las de todos sus
habitantes.
De
todos. Sin privilegios y sin exclusiones.
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