La crioablación de la fibrilación auricular
Un nuevo aporte para el tratamiento de las arritmias
Enviado por Asteriscos News al Periodista Dr. Carlo Amatucci
La fibrilación auricular es la arritmia más frecuente entre la población Occidental, y se estima que en nuestro país unas 800.000 personas son portadoras de la misma. El riesgo de padecerla aumenta un 10% por década a partir de los 60 años y los síntomas más recurrentes son: palpitaciones, pérdida de capacidad funcional y falta de aire; los pacientes con fibrilación auricular tienen un riesgo 5 veces mayor de padecer un accidente cerebro vascular y 3 veces mayor de padecer insuficiencia cardíaca.
Es tal su prevalencia que en el año 2001 fue calificada como una “epidemia” por los especialistas en la materia, y frente a este escenario en los últimos años los esfuerzos para controlarla y tratarla han sido prioritarios.
La innovación tecnológica acompañó los avances en la investigación y en el conocimiento médico respecto a esta patología. Así nace la ablación de la fibrilación auricular (FA) y se constituye como el procedimiento de elección para pacientes que a pesar del tratamiento farmacológico permanecen refractarios (sin respuesta a los fármacos) y sintomáticos por la recurrencia de esta arritmia.
En el año 1998 fue publicado el primer caso de ablación por radiofrecuencia de la fibrilación auricular paroxística (episodios recurrentes que seden en forma espontánea) y refractaria, cuya aplicación logró eliminar los focos alojados en el interior de las venas pulmonares.
Posteriormente, el desarrollo de técnicas como el mapeo electroanatómico tridimensional y la utilización de catéteres de radiofrecuencia irrigados, en conjunto con la experiencia de grupos médicos especializados lograron brindar mayor seguridad y éxito en el tratamiento de esta arritmia.
El continuo avance de la tecnología dio finalmente como resultado la emergencia de una novedosa técnica, la crioablación. Esta permite la eliminación de los focos que provocan fibrilación auricular mediante la aplicación de frío utilizando temperaturas de hasta -60°C que logran eliminar la arritmia, diferenciándose así de la radiofrecuencia cuyo tratamiento se realiza mediante la aplicación de calor.
Simultáneamente, el diseño de catéteres con forma de balón, permitió generar una cauterización lineal alrededor de las venas pulmonares mediante una sola aplicación y eliminar así el circuito anómalo.
La naturaleza indolora y, por lo tanto, la posibilidad de no administrar una anestesia general, así como la ausencia de complicaciones como la estenosis de la vena pulmonar o fístula atrio esofágica (inconvenientes potenciales con la radiofrecuencia) y una duración menor del procedimiento son algunas de las ventajas más destacadas de este nuevo tratamiento.
Otra ventaja distintiva de la crioablación es que a través de la utilización de frío permite revertir una cauterización. Esta característica posibilita que ante cualquier complicación que se observe durante la aplicación de la energía, ésta se suspenda y se revierta el efecto negativo; algo que hasta el momento no podía llevarse a cabo con otras técnicas.
Es tal su prevalencia que en el año 2001 fue calificada como una “epidemia” por los especialistas en la materia, y frente a este escenario en los últimos años los esfuerzos para controlarla y tratarla han sido prioritarios.
La innovación tecnológica acompañó los avances en la investigación y en el conocimiento médico respecto a esta patología. Así nace la ablación de la fibrilación auricular (FA) y se constituye como el procedimiento de elección para pacientes que a pesar del tratamiento farmacológico permanecen refractarios (sin respuesta a los fármacos) y sintomáticos por la recurrencia de esta arritmia.
En el año 1998 fue publicado el primer caso de ablación por radiofrecuencia de la fibrilación auricular paroxística (episodios recurrentes que seden en forma espontánea) y refractaria, cuya aplicación logró eliminar los focos alojados en el interior de las venas pulmonares.
Posteriormente, el desarrollo de técnicas como el mapeo electroanatómico tridimensional y la utilización de catéteres de radiofrecuencia irrigados, en conjunto con la experiencia de grupos médicos especializados lograron brindar mayor seguridad y éxito en el tratamiento de esta arritmia.
El continuo avance de la tecnología dio finalmente como resultado la emergencia de una novedosa técnica, la crioablación. Esta permite la eliminación de los focos que provocan fibrilación auricular mediante la aplicación de frío utilizando temperaturas de hasta -60°C que logran eliminar la arritmia, diferenciándose así de la radiofrecuencia cuyo tratamiento se realiza mediante la aplicación de calor.
Simultáneamente, el diseño de catéteres con forma de balón, permitió generar una cauterización lineal alrededor de las venas pulmonares mediante una sola aplicación y eliminar así el circuito anómalo.
La naturaleza indolora y, por lo tanto, la posibilidad de no administrar una anestesia general, así como la ausencia de complicaciones como la estenosis de la vena pulmonar o fístula atrio esofágica (inconvenientes potenciales con la radiofrecuencia) y una duración menor del procedimiento son algunas de las ventajas más destacadas de este nuevo tratamiento.
Otra ventaja distintiva de la crioablación es que a través de la utilización de frío permite revertir una cauterización. Esta característica posibilita que ante cualquier complicación que se observe durante la aplicación de la energía, ésta se suspenda y se revierta el efecto negativo; algo que hasta el momento no podía llevarse a cabo con otras técnicas.
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