Existe una vasta experiencia de estudios farmacológicos sobre la enfermedad de Alzheimer en Argentina.
Realidades y precauciones. Sabemos que la investigación en salud humana es importante para la sociedad porque permite mejorar la calidad de vida, la protección de la salud y la atención de enfermedades. También se sabe que más de 700 mil argentinos padecen enfermedad de Alzheimer y -que si no logramos algún éxito antes- el número podría subir a 1.5 millones en el 2030 y casi 3 millones para el 2050. Por ello es que durante los últimos 15 años, se han sucedido 26 estudios científicos de fármacos para el Alzheimer bajo el atento escrutinio de las regulaciones locales e internacionales. ¿Pero qué es un estudio clínico-farmacológico y cuáles son sus límites? Son estudios que investigan nuevos medicamentos, si son seguros y efectivos para tratar la enfermedad. Deben proporcionar un conocimiento nuevo y científicamente válido que no sea factible obtener sin la participación de las personas. Usualmente, le permite al paciente recibir un nuevo medicamento en fase avanzada de investigación -con la esperanza que le ayude- antes que los gobiernos lo aprueben. O bien, que los conocimientos ayuden en el futuro a otras personas que padezcan la enfermedad. Así, los actuales medicamentos para el Alzheimer, todos han sido investigados en pacientes que en el pasado padecieron la enfermedad. Muchos se beneficiaron y otros ayudaron al avance del conocimiento. Sin embargo, se debe ser precavido. Ya que, habiendo dejado atrás las fases con animales de experimentación los estudios todavía pueden tener algunos riesgos. En nuestro país el Estado tiene reglas estrictas para proteger las personas que participan en los estudios clínicos. Las leyes requieren que los investigadores informen a los pacientes y/o a los familiares sobre los riesgos y beneficios del estudio. Esto se llama el proceso de Consentimiento Informado y sirve para explicar con claridad los derechos de las personas, las características del estudio, los riesgos y beneficios. Además, los estudios con sponsor farmacológico, deben cubrir todos los gastos de modo tal que la persona que participa no tenga gastos de ninguna índole. Finalmente, es bueno saber que en nuestro país existen normativas y guías: “Investigaciones en Salud Humana del Ministerio de Salud de la Nación” que se complementa con el “Régimen de Buena Práctica Clínica para Estudios de Farmacología Clínica” aprobado por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica. Estas normativas aseguran que las investigaciones se ajusten a pautas éticas, a técnicas aceptables y a metodologías científicas. Saludos cordiales Fernando Taragano Doctor en Salud Mental, UBA Investigador Clínico, CONICET Diplomado en Educación Médica, UNT Médico Psiquiatra Universitario, UBA Physician Rater for McMaster University,Canada Premiado por la Honorable Academia Nacional de Medicinafernando@taragano.net www.fernandotaragano.net |
CELCEA Centro de Lucha Contra las Enfermedades Alérgicas Fundado el 11 de Julio de 1980 por un grupo interdisciplinario de profesionales del Hospital Petrona V. de Cordero, ciudad de San Fernando, provincia de Buenos Aires, Argentina. Asociación creada para fomentar la educación para la salud y la prevención de las enfermedades alérgicas y el asma.
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jueves, 23 de noviembre de 2017
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